Rompe con todo lo que duela, por favor. Por ti, por mi, por todas nosotras. |
Que ardan nuestros colchones y que ardan nuestros malditos otoños, y sobre todo que ardas tu y tu mortal recuerdo que solo me ha dejado ausencias.
Y que si no arden, tranquilo, yo me encargaré de prenderle fuego.
Porque le prenderé fuego al tiempo que tan en contra teníamos y prenderé fuego a las heridas y a la ansiedad. Prenderé fuego a ese miedo que me daba el vértigo de mirarte a los ojos.
Mírame tu amor me ha convertido en una pirómana y a ti te da igual. Te da igual perder todas las promesas que me hiciste y más igual todavía te da que se convierta en ceniza todos los amaneceres juntos.
Pero más igual me va a dar a mi tu perdida porque tu voz ya ha dejado de resonar en mi cabeza y mi mente pide nueva gente, nueva vida y nueva y traidora fiesta en la que no estés tú.
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