Miopes

El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional

Es la primera vez en muchos años que veo las estrellas que descansan en el techo de mi habitación, bueno en realidad no es la primera vez que las veo pero si la primera que las analizo detenidamente en el silencio de la oscuridad.
Recuerdo lo contenta que estaba cuando me las enseño mi madre, también recuerdo lo orgullosa que me sentí después de haber pegado una a una cada estrella, eran mi pequeño tesoro pero con los años deje de mirarla cada día perdía más el interés por ellas, deje de ver con nitidez y empecé a ver sombras brillantes, en ese momento empece a echarle la culpa a la miopía cuando en realidad era yo la que había dejado de soñar despierta minutos antes de meterme en profundidad en mi sueño, prefería dormirme rápido para olvidarme de todo y quitarme las gafas para no ver nada más en vez de observar hasta el último detalle hasta justo segundos antes de que mis párpados se cerrasen y quedarme dormida con estas puestas.
Era yo la única culpable de alterar mi estado onírico echándole la culpa al insomnio y a la miopía una vez más por los continuos dolores de cabeza.
Antes disfrutaba el hecho de dormir, sumergirme en mi propia cabeza, ahora ya no, ahora dormir simplemente era una rutina, casi como una obligación,
Y os preguntaréis ¿que ha pasado hoy para que cambies de repente para que hayas vuelto a fijarte en ellas, la verdad es que  no estoy segura simplemente me dolía el estomago y no podía dormir y para no matarme por el pasillo si tenía que ir a vomitar prefería dejarme las gafas puestas y al final me he reencontrado
con un viejo yo, al que echaba de menos.
Y ahora si me perdonáis voy a dejar de perder el tiempo de nuevo y voy a seguir mirando , voy a seguir soñando despierta.
Nunca dejes que los problemas se apoderen de quien eres porque entonces te convertirás en un simple autómata que solamente ha aprendido lo que tiene que hacer.